Una ruta de 40 días

Una ruta de 40 días

El esfuerzo de cada pedalada ha merecido la pena. Hemos vivido juntos un tiempo de gracia. Compartiendo la invitación que Jesús nos ha hecho para que recorriéramos junto a Él el camino hacia la Pascua. Hemos aprovechado estos 40 días para pensar, reflexionar, conocernos y mejorar, en definitiva, para crecer en Paz y Bien.

No ha sido fácil, nos hemos perdido por caminos desérticos, encontrando en ellos parajes difíciles de ver, de no habernos lanzado a la aventura con convicción.

Hemos subido montañas y descubierto, en nuestra fragilidad, la necesidad que tenemos de sentir el apoyo del otro. Y de manera muy especial, la necesidad de sentir el amor que Dios tiene por nosotros.

¡Aventureras, aventureros qué importante es llevar siempre un buen botiquín de primero auxilios! El nuestro, tenía todo lo necesario para curar nuestras heridas, para sanarnos por dentro y por fuera. AMOR, MUCHO AMOR.

Y con fuerzas renovadas hemos cargado nuestras mochilas con el compromiso de hacer siempre el bien, de hablar con Jesús cada día un ratito, hemos elegido llevar a nuestra aventura los valores del Evangelio.

No hay mejor carga, ni mejor ayuno, ni mejor abstinencia.

No hay mejor forma de pedalear.

¡PEDALEAMOS HACIA LA PASCUA!