La institución de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, siguiendo el carisma de su fundadora: Madre Francisca Pascual Doménech, pretende crear una espiritualidad de humanización movida por el sentido de la dignidad de cada persona como medio para dar respuesta a las necesidades y mejorar la realidad, ayudando en la transformación de los pueblos, contando siempre con los agentes directos.
El Voluntariado Madre Francisca es propiciado por la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada. Nace como viva expresión de la solidaridad frente a una sociedad individualista, cada vez más consumista y carente de valores. Es un modo de SER, una manera de ver la realidad y de actuarla. Da respuesta activa a situaciones de sufrimiento, marginación y subdesarrollo mediante un compromiso solidario. Busca la adecuada formación de sus voluntarios a fin de que puedan desarrollar sus tareas con eficacia y hacer suya una forma de vida. Es una organización abierta a la colaboración y cooperación a todos los niveles.
 			 
 			 
 			 
 